Terapia acuática para niños con discapacidad motriz

 La actividad acuática constituye una actividad terapéutica y lúdica que complementa el tratamiento fisioterapéutico de los niños con discapacidad física.

La hidroterapia es una rama de la hidrologia que se ocupa de las aplicaciones exteriores del agua sobre el organismo humano con fines terapéuticos.

La natación es siempre una buena actividad recomendable para niños y más casos de niños con espectro autista y parálisis cerebral. Este deporte fortalece el cuerpo, el corazón, los brazos y las piernas. Pero no solo eso, además es ideal para mejorar la resistencia cardiovascular.  Además se puede aprovechar otros efectos relajantes o estimulantes para el organismo, combinando las propiedades térmicas con las del movimiento.

Mientras los niños se divierten en la piscina, los padres pueden sentirse bien al mismo tiempo viendo los beneficios terapéuticos de los que gozan sus hijos.

Aplicando el principio de Arquímedes se puede utilizar para tratar segmentos corporales y realizar ejercicios de cinesiterapia asistida o activa asistida, también es posible utilizar la residencia del agua al rozamiento, esta resistencia se hace mayor cuanto mas rápido sea el movimiento dentro de agua o mayor sea la superficie que el cuerpo ofrezca en este ambiente, de esta forma se emplea, la cinesiterapia activa resistida para potenciar músculos o grupos musculares. Además se puede aprovechar otros efectos relajantes o estimulantes para el organismo, combinando las propiedades térmicas con las del movimiento.

Las hidroterapias favorece el tratamiento de menores con discapacidad, mejorando su sistema motor y aumentando sus niveles de actividad física, que llegan a mantenerse incluso hasta seis meses después del fin del tratamiento.

OBJETIVO

Favorecer el desarrolló fisco y psíquico de niño mediante un trabajo de percepción de su propio cuerpo y de sus posibilidades en el medio acuático

PROGRAMA ACUÁTICOS TERAPÉUTICOS

Para iniciar el programa se realiza una valoración del niño a tratar y se organiza junto con los padres y el propio niño los objetivos que se van a tratar de conseguir en un plazo de tiempo y se ofrecen asesorías sobre los diferentes problemas y los cuidados que hay que tener en cuenta para realizar la actividad.

Esta actividad se convierte en una actividad lúdica y terapéutica.

El programa puede estar diseñado según las diferentes patologías o la edad del niño.

La capacidad de familiarización con el medio acuático dependerá de la posterior evolución y del desarrollo de nuevas respuestas en diferentes ambientes. Todo aquello da lugar a comportamientos y manifestaciones que contribuirán a la socialización del niño.

El descubrimiento del nuevo espacio acuático y el contacto con el material provoca la experimentación de nuevas sensaciones que inducen a la formación de un unión especial niño-medio.

La percepción del esquema corporal le permitirá tener mayor confianza en si mismo y en sus propias posibilidades de expansión corporal en un medio tan singular, húmedo y divertido como el agua.

La introducción precoz del medio acuático favorece el desarrollo global del niño, estableciendo una conexión y una percepción del cuerpo que hace que sea menos pesada, más ligera y fluida. Todo ello facilita el reconocimiento del esquema corporal y una comunicación mas profunda entre el exterior y el interior e intensifica las funciones aumentando las posibilidades de respuesta motriz y sensorial.

ASPECTO PSICOMOTOR.

Para realizar este programa hay que tener en cuenta las características particulares de cada uno y rehuir marcar metas a largo plazo.

La función del terapeuta será valorar y reforzar individualmente los procesos y dificultades que vayan surgiendo, tranquilizando y guiando a los acompañantes o los padres.

A través de las relaciones con los otros y del trabajo de familiarizaron, el niño aprende y descubre hasta donde llegan sus limites motores y sus medios de comparación con los demás.

Hay que aprovechar los atractivos del agua para incitarlo a superar esos limites, lo que le producirá una gran satisfacción y aumentara la confianza en si mismo.

Es importante mejorar la interacción social y tratar de establecer una comunicación mas fluida.

El contacto con el agua tiene que ser lento, progresivo y al mismo tiempo agradable y divertido.

ASPECTO LUDICO – SOCIAL

la terapia acuática además de aportar placer, favorecer la integración del grupo ayuda al niño a adquirir confianza en sus posibilidades corporales dentro de un medio de movimiento en el que no interviene la gravedad.

La relación del niño mediante el cuerpo se amplia a través del juego y d las nuevas sensaciones y por tanto, aumentan las posibilidades de movimiento que fuera de este medio puede no existir.

El niño puede disfrutar de un control libre de amplitud de movimiento sin una exigencia específica dentro de un entono social.

ASPECTO TERAPEUTICO

A nivel terapéutico, las fuerzas con las que un niño con discapacidad motriz se debe enfrentar en e medio acuático son mínimas y por tanto, puede ser mas fácilmente controlables que en gravedad constante. La experiencia de movimiento que le proporciona el agua se traducirá en movimientos lentos, que pueden ser predecibles, lo que proporciona una experiencia sensomotriz mas rica y si una gravedad constante, para conseguir la estabilidad, equilibrio, coordinación, movilidad, disociación de movimiento, flotación relajación, desplazamientos, etc. Es importante el tipo de sujeción y soporte que se le da al niño, así las manipulaciones

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