LA INTEGRACIÓN SENSORIAL
La integración sensorial es el acto de organizar las sensaciones para su uso Si el flujo de sensaciones está desorganizado, las percepciones, el comportamiento y el aprendizaje parecen un “embotellamiento de tráfico” Una disfunción a nivel sensorio se traducen, con el tiempo, en dificultades a nivel de aprendizaje escolar e interacción social con los otros chicos de su edad En los casos de los niños con Trastornos del Espectro Autista ( 9 de cada 10 padecen algún tipo de desorden de la integración sensorial y hay quienes consideran que el problema está en la base misma de los TEA.
La teoría de la integración sensorial se basa en el hecho de que los estímulos vestibulares (los relacionados con el movimiento), los propioceptivos (los relacionados con los músculos y articulaciones) y los táctiles no son interpretados por el sistema nervioso de estos pequeños de la misma manera que lo hace el sistema nervioso de la mayoría de los niños.
El sistema vestibular regula el sentido del movimiento y del equilibrio. Es lo que nos permite situar nuestro propio cuerpo en el espacio, sus desplazamientos y los de nuestro entorno. Los trastornos de la postura y del equilibrio son frecuentes en los niños con discapacidad. Los movimientos rotativos, el balanceo y los giros aportan una grande estimulación vestibular al cerebro, ayudando a organizar y tratar mejor la información sensorial y al equilibrio.
Propiocepción.
En la integración Sensorial la propiocepción es uno de nuestros sentidos. En efecto, no tenemos 5 sentidos pero sí 7 si añadimos el sentido propioceptivo y vestibular. La propiocepción puede definirse como la percepción que tenemos de nuestro cuerpo, ya sea en reposo o en movimiento. A veces, algunos niños tienen dificultades en el desarrollo de este sentido.